Pages

Follow Us On Facebook

INFORME DE LA OBRA DE SOCORRO DE HAITÍ

18 de enero de 2010
La tarde del martes pasado, día 12 de enero de 2010, un sismo de magnitud 7,0 en la escala de Richter sacudió violentamente la capital haitiana Puerto Príncipe y las ciudades cercanas causando la mayor tragedia conocida por esa nación. En menos de un minuto, decenas de miles de vidas se perdieron y miles de viviendas y edificios quedaron destruidos o deteriorados. Pocos olvidaremos jamás las escenas de muerte y sufrimiento mostradas por los medios de comunicación.
Para la tarde del día siguiente, se había confirmado que el personal de la Sucursal en Haití, así como todos los misioneros y superintendentes de circuito en las áreas afectadas estaban vivos. Los edificios de la sucursal no sufrieron daños de consideración ni el Salón de Asambleas contiguo. El Cuerpo Gobernante de inmediato comenzó a coordinar las labores de socorro con la asistencia de nuestra Sucursal en la República Dominicana, proveyendo ayuda práctica y espiritual a las víctimas. Es fácil imaginarse la alegría de los hermanos cuando el jueves, poco después del mediodía, llegó a la sucursal de Haití los vehículos de la Sucursal de Santo Domingo con el letrero “Ayuda humanitaria de los testigos de Jehová”. Las seis toneladas de alimentos y medicinas llegaron justo a tiempo. Desde entonces se ha iniciado con una obra de socorro sin precedente en la historia de la isla La Española.
El Salón de Asambleas de Puerto Príncipe se ha convertido en el centro de socorro para los cientos de heridos. La gran mayoría de estos son atendidos por hermanos de la República Dominicana, doctores y enfermeras, que se han ofrecido voluntariamente para ayudar en las labores de socorro.
Su labor voluntaria ha sido valiosísima. Han atendido centenares de huesos rotos y cortaduras profundas. Han realizado operaciones y hasta amputados algunos miembros. Los casos más urgentes son enviados a la frontera en Jimaní donde son recibidos por un grupo de hermanos, entre ellos doctores y enfermeras, y procesados por el hospital de Jimaní. Muchos de los heridos han sido trasladados a centros hospitalarios de nuestro territorio en ambulancia o por Testigos en sus propios vehículos. A su vez, voluntarios de nuestras congregaciones los reciben en los hospitales junto con testigos que hablan creole y se aseguran que sean bien atendidos, les proveen alimentos, medicinas y tras ser dados de alta, alojamiento. El cariño y la ayuda que todos estos generosos cristianos dan a sus hermanos son manifestaciones “de la bondad inmerecida de Dios expresada de diversas maneras” ¡Qué evidencia del amor que distingue a los cristianos verdaderos!
Uno de los hermanos que se ha ofrecido para viajar a Haití como voluntario fue entrevistado por un reportero del periódico The New York Times en la frontera quien buscaba la manera de entrar a Haití. El reportero le preguntó cómo iba a entrar a Haití y si él pertenecía a alguna organización de socorro. El hermano explicó que los Testigos de Jehová ya estaban trabajando en el lugar de la catástrofe y proveyendo ayuda mediante la sucursal de Haití. También le explicó que más suministros estaban siendo enviados. El reportero quedó asombrado. El hermano le dijo: “Como testigo de Jehová esta es una de las cosas que debemos hacer”.
Lamentablemente, entre las víctimas mortales se ha confirmado la muerte de unos 105 hermanos hasta hoy. La sucursal haitiana estima que unos 10,000 testigos viven en las áreas afectadas. La familia Betel de Haití y los grupos de construcción de Salones del Reino así como hermanos locales están trabajando duro para rescatar a las víctimas enterradas bajo los escombros. Por lo que el número de testigos y estudiantes heridos ha ido creciendo y seguramente pase de más de 500. Por eso, las oficinas centrales en Brooklyn están enviando a personal médico capacitado que hablan francés y que se han ofrecido voluntariamente para viajar a Haití y ayudar a atender la emergencia.
Hasta donde se sabe, los Salones del Reino han quedado en pie y en algunos de estos ahora mismo viven entre 300 a 500 testigos haitianos que han perdido sus hogares. La Sucursal de Haití sigue trabajando arduamente para proveer alimento y medicinas a estos hermanos. Desde nuestra sucursal ya se han se han enviado inicialmente un total de 25 toneladas de alimento y medicinas. Pero por supuesto, esto es solo el principio. Las labores de socorro, continuarán en marcha tanto por hermanos de Betel como de toda la Republica. En estos momentos no se pueden aceptar a trabajadores o voluntarios en Haití, propiamente. No hay cómo recibirlos ni atenderlos. Los que quieren ayudar pueden donar dinero. Hasta nuevo aviso, no deben llevar donaciones de comida o ropa a la Sucursal. Continuemos orando a Jehová y haciendo lo que podamos por apoyar las labores de socorro a nuestros hermanos, mientras seguimos compartiendo con celo la esperanza maravillosa del Reino.
Hoy un joven precursor escuchó a un niño llorando. Empezó a buscar debajo de los escombros de la casa por varias horas con la ayuda de un joven vecino. Después de horas encontraron a un niño de 7 meses. Fue protegido por el cajón de un TV. Después de 5 días solo necesitó hidratación. Tristemente sus padres murieron.


0 comentarios:

Publicar un comentario

O puedes ver una entrada al azar